¿Has sentido últimamente la necesidad de bajar el ritmo, de moverte sin prisa y en silencio? El Saludo a la Luna desde una perspectiva psicológica nos invita a justamente eso: conectar con el cuerpo y el mundo interno desde la calma. Si vienes de días agitados, o si simplemente estás buscando una forma de regular tus emociones de manera consciente, esta secuencia puede ser un punto de partida ideal. En este artículo exploramos los beneficios de Chandra Namaskar desde el prisma del equilibrio emocional y la autorregulación, integrando cuerpo, mente y respiración. Saludo a la Luna desde una perspectiva psicológica

En este artículo analizamos sus efectos desde una mirada integral. Si te interesa más contenido sobre psicología, yoga y meditación, síguenos en nuestras redes sociales (YouTubeInstagramTikTok) o visita nuestra página web para conocer más recursos.

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¿Qué es el Saludo a la Luna?

Chandra Namaskar es una secuencia suave y circular, donde el movimiento se convierte en meditación activa. A diferencia del Saludo al Sol, que moviliza la energía solar (más dinámica, expansiva), esta práctica activa la energía lunar, asociada al descanso, la introspección y la intuición (Saraswati, 2016).
Es ideal para días de cansancio emocional, insomnio, ansiedad o sobrecarga mental. Y también para simplemente darte un espacio contigo.

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El poder cíclico del movimiento: más allá de lo lineal

Desde la psicología del cuerpo, sabemos que los movimientos circulares invitan a la integración hemisférica, estimulan la creatividad y generan una sensación de fluidez interna (Koch, 2014). La estructura de Chandra Namaskar —que traza un medio mandala en el espacio— nos saca del patrón lineal repetitivo y nos conecta con algo más orgánico: el ciclo, lo cambiante, lo que no necesita ser “productivo” para tener sentido.

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La energía lunar y la regulación emocional

Practicar yoga bajo la influencia lunar (o simplemente con una intención más pausada) nos invita a bajar al cuerpo sin urgencias.
Desde la neuropsicología sabemos que los movimientos lentos y repetitivos, coordinados con una respiración profunda, activan el sistema parasimpático (la rama del sistema nervioso que promueve el descanso y la digestión), reduciendo así el cortisol y la activación fisiológica relacionada con el estrés (Porges, 2011).
En términos más simples: el Saludo a la Luna ayuda a calmar la mente porque calma el cuerpo. Y a menudo ese es el paso más difícil.

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Beneficios psicológicos del Saludo a la Luna

Estas son las posturas del Saludo a la Luna y sus beneficios específicos:

1. Samasthiti (Postura de atención)

  • Mental: Fomenta la atención plena y la conexión con la intención de la práctica.

  • Físico: Alinea el cuerpo y mejora la postura al equilibrar el peso y centrar la columna.

  • Emocional: Promueve un estado de calma y conexión interna, preparando emocionalmente para la práctica.

2. Hastasana (Postura de la palmera)

  • Mental: Mejora la claridad mental al sincronizar la respiración con el movimiento, promoviendo un estado de alerta consciente.

  • Físico: Estira la columna, hombros y abdomen, aliviando tensiones en la parte superior del cuerpo.

  • Emocional: Abre el corazón, favoreciendo la sensación de expansión y apertura emocional.

3–4. Ardha Chandrasana (Postura de la media luna a ambos lados)

  • Mental: Mejora la concentración y el equilibrio interno al requerir coordinación y enfoque.

  • Físico: Estira los costados del cuerpo, activa el núcleo y fortalece los músculos oblicuos.

  • Emocional: Promueve la liberación de tensiones físicas en los costados, lo que puede aliviar la sensación de estrés emocional.

5. Utkata Konasana (Postura de la diosa)

  • Mental: Refuerza la sensación de poder interno y firmeza mental al adoptar una postura fuerte y enraizada.

  • Físico: Fortalece piernas, glúteos y suelo pélvico, y abre las caderas.

  • Emocional: Fomenta una sensación de empoderamiento y conexión con la fuerza interna.

6–7. Trikonasana / Utthita Trikonasana (Postura del triángulo)

  • Mental: Mejora la concentración y el equilibrio mental al requerir coordinación entre ambos lados del cuerpo.

  • Físico: Estira piernas, caderas y columna, y mejora la estabilidad.

  • Emocional: Alivia tensiones físicas en la parte baja de la espalda, lo que puede contribuir a un mayor equilibrio emocional.

8. Parsvottanasana (Inclinación hacia adelante sobre una pierna)

  • Mental: Favorece la introspección al invitar a la calma y al enfoque interno.

  • Físico: Estira isquiotibiales, alarga la columna y fortalece la musculatura de la espalda.

  • Emocional: Promueve una sensación de entrega y calma, relajando el sistema nervioso.

9. Anjaneyasana (Postura de la zancada baja)

  • Mental: Despierta la atención y el foco al requerir equilibrio y control.

  • Físico: Estira los flexores de cadera, fortalece las piernas y mejora la movilidad de la pelvis.

  • Emocional: Genera apertura, valentía y dinamismo emocional al abrir el frente del cuerpo.

10. Skandasana (Postura de la estocada lateral)

  • Mental: Estimula la conciencia corporal al conectar con el movimiento de las caderas y la respiración.

  • Físico: Abre las ingles, fortalece piernas, tobillos y mejora la estabilidad del suelo pélvico.

  • Emocional: Invita a soltar cargas y conectar con la base, promoviendo enraizamiento.

11. Prasarita Padottanasana (Postura de la pinza con piernas abiertas)

  • Mental: Induce calma y silencio interior al ser una postura de flexión hacia adelante.

  • Físico: Estira la espalda, la parte posterior de las piernas y alivia la tensión en los hombros.

  • Emocional: Promueve la relajación y la liberación de tensiones emocionales al calmar el sistema nervioso.

12. Skandasana (Postura de la estocada lateral)

13. Anjaneyasana (Postura de la zancada baja)

14. Parsvottanasana (Inclinación hacia adelante sobre una pierna)

15–16. Utthita Trikonasana/ Trikonasana (Postura del triángulo)

17. Utkata Konasana (Postura de la diosa)

18–19. Ardha Chandrasana (Postura de la media luna a ambos lados)

20. Hastasana (Postura de la palmera)

21. Samasthiti (Postura de atención)

 

Diferencias entre el Saludo al Sol y el Saludo a la Luna (desde la mente)

Mientras el Saludo al Sol activa, motiva y despierta, el Saludo a la Luna ofrece lo contrario: un espacio para sostenerte. En un mundo que constantemente nos empuja al hacer, esta secuencia es un recordatorio de que también podemos simplemente “ser”. Y desde ahí, la salud mental encuentra un terreno fértil donde descansar.

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Reflexión final

En resumen, el Saludo a la Luna no es solo una secuencia de posturas: es una invitación a detenerte, a escuchar y a cuidar tu sistema nervioso. Una manera de volver a ti cuando sientas que te perdiste un poco entre tantas exigencias. Si quieres incorporar más herramientas como estas a tu vida diaria, no dudes en explorar nuestros servicios de psicología, yoga y meditación en PSICOLORIA. Podemos acompañarte en tu camino hacia el bienestar.

Recuerda, al practicar la autocompasión, te permites vivir con mayor serenidad y aceptación. Visita nuestra página web para más información y comienza a aplicar estos ejercicios hoy mismo.

Gracias por leer y por tomar el primer paso hacia un trato más amable contigo mismo/a.

Gracias por practicar hoy.

Saludo a la Luna desde una perspectiva psicológica

Referencias
  • Emerson, D. (2015). Trauma-Sensitive Yoga in Therapy: Bringing the Body into Treatment. Norton & Company.

  • Koch, S. C. (2014). The joy dance: Specific effects of a single dance intervention on psychiatric patients with depression. The Arts in Psychotherapy, 41(5), 545–549.

  • Porges, S. W. (2011). The Polyvagal Theory: Neurophysiological Foundations of Emotions, Attachment, Communication, and Self-regulation. Norton & Company.

  • Saraswati, S. S. (2016). Asana Pranayama Mudra Bandha. Yoga Publications Trust.

Saludo a la Luna desde una perspectiva psicológica